Por fin, después de muchos meses de trabajo, ha llegado el día. Por fin podemos compartir con vosotros este regalo que hemos estado tanto tiempo preparando con tanto cuidado y que estábamos deseando lanzar al mundo.

Si hay algo que tenemos claro después de estos 15 años en Burundi, es que nadie que pisa el corazón de África vuelve siendo la misma persona. Cada uno con sus impresiones, con sus experiencias, con sus vivencias… Cada uno con sus historias. Cada uno con un corazón distinto. Por eso nace Umutima -corazón en kirundi-, para compartir todas esas historias, historias que nacen en el corazón de África, historias que cambian nuestro corazón para siempre.

¿Por qué contar estas historias? Sin duda, 15 años de historias dan para mucho. Decía Cicerón que “el testimonio de mi conciencia es para mí de mayor precio que todos los discursos de los hombres”. Y es que los mejores testimonios son siempre el resultado de esas grandes pruebas a las que nos somete la vida. Porque un testimonio contado desde el corazón no es solo una historia, sino que es ese lugar donde dejamos lo que somos para acercarnos a nuestra verdad más profunda. Porque testimonio viene de otra palabra, “testigo”, y cuando uno ha sido testigo de algo tan pequeño y tan grande al mismo tiempo, como el propio Burundi, no puede guardárselo para sí mismo. Porque las historias de nuestro paso por Burundi, nos muestran nuestro verdadero yo, y también cómo hemos cambiado y cómo ha cambiado nuestro corazón. Porque todas esas historias nos permiten volver a nuestro origen, a Burundi, y evitan que partamos sin entenderlo y sin en el fondo entendernos a nosotros mismos.

También porque las tradiciones son importantes. Y es que en el Burundi tradicional, por la noche, junto a la lumbre, las familias se reunían para discutir libremente. Todos tenían derecho a compartir sus vivencias y todos dejaban hablar a sus corazones. Era el momento de las grandes y pequeñas historias. De las verdades inventadas y de las verdades de las de verdad. Era la oportunidad para que los ancianos enseñaran la sabiduría ancestral. Y al escucharles, mirando al fuego, los jóvenes se empezaban a cuestionar sus vidas, comenzaban a pensar en el futuro y a escuchar a su corazón. En ASU hemos querido recuperar esta tradición y, cada dos viernes compartiremos, sin filtro alguno, una historia del corazón contada junto al fuego.

Por fin ha llegado el día. Por fin, salen a la luz 15 años de historias contadas junto a la lumbre. Por fin, todos podremos volver al corazón de África. Y a nuestros propios corazones. ¿Te lo vas a perder?

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