Hace un par de meses, recibíamos un vídeo de unos de los equipos de voluntarios que ha estado este verano en Burundi contándonos lo que habían vivido al visitar los poblados batwa de Ngozi.
Su testimonio era difícil de olvidar: los batwa, una etnia pigmea muy minoritaria, viven al margen de la sociedad en Burundi, un país que de por sí es el más pobre del mundo. Son por tanto lo más pobres entre los pobres, una comunidad olvidada a ojos del mundo que vive hacinada en cabañas de paja sin luz, agua ni electricidad.
Pero a grandes problemas, grandes soluciones. Después de muchos años trabajando con las comunidades batwa y de conocer sus necesidades de primera mano, hemos visto que es imposible que los batwa salgan adelante sin en primer lugar garantizar que viven en unas condiciones mínimamente dignas que les permitan afrontar el resto de retos a los que se enfrentan. Teniendo en cuenta esto, el reto que nos lanzaba el equipo desde Burundi era sencillo: financiar la construcción de casas firmes en adobe con habitaciones, baño y cocina independientes para poder garantizar a los batwa un mínimo de seguridad, higiene, privacidad, y sobre todo de dignidad, sobre la que empezar una nueva vida para cambiar su futuro.
Hoy, dos meses después, hacemos balance del proyecto y vemos que la respuesta a este reto no ha podido ser más increíble. Gracias a la ayuda de muchas personas, finalmente se han conseguido más de 6.000€ para este proyecto, que acabamos de mandar a Burundi y que nos van a permitir construir un total de 6 casas para 6 familias batwa. Estas primeras casas irán destinadas a aquellos que más lo necesitan: familias que han perdido a alguno de los padres y que por tanto se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad. Os adjuntamos a continuación una fotografía de este tipo de casas que ya hemos construido en el pasado para que podáis visualizar mejor el proyecto, y nos comprometemos a compartir el proyecto de construcción de las 6 casas una vez haya finalizado para que podáis sentir muy de cerca el granito de arena que habéis aportado. En paralelo, seguiremos con el resto de proyectos que llevamos a cabo con estas comunidades: becas para que los mejores estudiantes batwa puedan ir a la Universidad de Ngozi, perforación de un pozo para que puedan tener agua corriente, entrega de ropa, material y escolar y medicinas…
Este ha sido un primer pequeño gran paso para poder mejorar las condiciones de vida de estas comunidades batwa, con las que esperamos seguir caminando juntos durante muchos años más para darles todo nuestro apoyo para que puedan avanzar y desarrollarse con el objetivo de que ellos mismos puedan cambiar su futuro.
Nada de esto habría sido posible sin la colaboración de tantísima gente que ha apostado por este reto, por lo que solo podemos estaros agradecidos, compartir con vosotros la ilusión que nos hace este proyecto e invitaros a venir a verlo en persona cuando queráis 🙂
¡Vamos a por ello!