Hoy comienza un nuevo curso, y como siempre, son días de planificar, de organizar el año, de nuevos propósitos…
Hoy también se cumplen 6 años de la canonización de Madre Teresa en Roma, a la que tuvimos la suerte de asistir, y nos acordamos mucho de ella.
Burundi, Nicaragua, Calcuta, Madrid… Durante estos 15 años, hemos recorrido medio mundo de la mano de nuestras queridas sisters, pero aun así nos siguen sorprendiendo cada año. Este verano, hemos tenido la suerte de convivir con ellas varias semanas en su casa de Kirundo en Burundi, y la verdad es que lo han vuelto a hacer. Es cierto que somos los únicos voluntarios que visitan la casa en todo el año -es lo que tiene ir a la que probablemente sea la casa más recóndita de las sisters en todo el mundo-, pero aun así, es difícil entender el amor con el que nos reciben cada año como si fuera la primera vez. Sobre todo, teniendo en cuenta que, aunque nuestra intención es ayudar, para ellas siempre es una carga añadida el tener que estar pendientes de nosotros, buscarnos tareas y ocupaciones, atendernos, solucionar nuestros problemas… Por mucho que lo intentemos, al final nos hemos acostumbrado a que nunca acabaremos de entenderlas del todo.
Se ha escrito mucho sobre la Madre Teresa y sobre las sisters. Después de estos 15 años conviviendo y trabajando codo con codo con ellas, sin duda nosotros también tenemos anécdotas como para escribir un libro. Quizás algún día lo hagamos. Pero hoy, simplemente queremos centrarnos en algo sencillo, algo pequeño. En una cita. Una cita que ni siquiera es de Madre Teresa, pero que nos ha recordado mucho a ella en este día tan especial. Dice simplemente así:
“La belleza está en los ojos de quien mira”
Y es que si algo le pedimos a este curso, es aprender a mirar como las sisters. Porque nos pasamos la vida mirando sin mirar, porque los ojos que tenemos no saben amar. Porque queremos esa mirada que deslumbra con su luz. Porque si cambiamos la mirada, seremos capaces de ver con el corazón. Porque si aprendemos a mirar con el corazón, aprenderemos a amar como ellas…