Siempre se ha dicho que “el arte no es una mercancía”. Y es que el arte, a lo largo de la historia, ha demostrado en multitud de ocasiones que es una de las mejores herramientas para luchar por un mundo mejor. Son muchos los artistas que han estado a la vanguardia del cambio y del activismo social, siendo capaces de reflejar las realidades y problemas más profundos del mundo de forma radicalmente diferente. Imaginativos, creativos, sensibles, vocacionales, diferentes, reivindicativos… Los artistas se caracterizan por toda una serie de virtudes que, puestas al servicio de su obra, les otorgan una capacidad única para poder cambiar el mundo.

Hace muchos años, conocimos a una artista muy especial que sin duda reunía todas esas virtudes tan únicas. Cuando su talento se cruzó con África, no hubo vuelta atrás. Se enamoró del continente negro, de sus paisajes, de sus costumbres y de sus gentes, y ya no fue capaz de pintar nada más. Durante años, ha estado viajando por distintos rincones de África, participando en diferentes proyectos uniendo solidaridad y creatividad, y sirviéndose en último lugar de todas esas vivencias en el continente de los colores como fuente de inspiración. Su obra ha ido adquiriendo una importante notoriedad con los años, participando en distintas ferias y certámenes tanto nacionales como internacionales. Sin duda, una historia increíble que merece la pena escuchar.

Esa artista es Mariana Álvarez Enrique y hoy os contamos con mucha alegría que nuestros caminos se han vuelto a cruzar después de muchos años. Mariana viajará este verano a Burundi con nosotros durante un mes para apoyarnos en nuestros proyectos y para compartir su creatividad con la comunidad local. Pero además, Mariana ha querido ir un paso más allá poniendo su talento y su esfuerzo al servicio de los más necesitados, donando una de sus obras a la labor que desde ASU ONG llevamos a cabo en Burundi.

La pieza en cuestión mezcla distintas técnicas, incluyendo fotografía, pintura, collage y metacrilato, y se centra en unos de los principales motivos de la obra de Mariana: la realidad de la mujer africana, verdadero motor social de trabajo, cuidado y sostenimiento de la familia, símbolo de lucha y esperanza. Y es que Mariana Álvarez es una de esas artistas comprometidas dispuestas a cambiar el mundo a través del arte, utilizando su obra como instrumento para acercarnos a una realidad que, lo queramos o no, existe y está mucho más cerca de lo que creemos.

Toda esta iniciativa ha sido posible también gracias a Marita Segovia, amiga de ASU ONG desde nuestros inicios y célebre galerista, que ha acogido la obra de Mariana Álvarez en su Galería Marita Segovia (calle Lagasca 7, Madrid), donde está a la venta desde hoy.

Para cualquier información, estamos disponibles en info@asuong.org

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